El acero al carbón o también conocido como acero de construcción, es una aleación entre el acero y el carbono, que además contienen otros elementos necesarios como el silicio, magnesio, fósforo, etc.

El contenido de carbono en el acero eleva su resistencia e incrementa su fragilidad al frío. Con esto disminuye su tenacidad y ductilidad. Por lo general, el 90% de la producción del acero al carbón es utilizado en la industria de la construcción, debido a que su composición de hierro y carbono le da una mayor dureza y flexibilidad, pero una menor resistencia al óxido, lo cual es ideal para ambientes secos.   

Por otro lado, el acero inoxidable contiene hierro, carbono y cromo, lo cual es muy resistente a la oxidación. Este tipo de acero es más resistente a la humedad y temperaturas muy bajas, además es más blando.

Dependiendo la cantidad de carbono que contenga el acero, se divide en la siguiente clasificación:

  • Acero suave
  • Acero semisuave
  • Acero semiduro
  • Acero duro